El EDI es un acuerdo internacional establecido por Naciones Unidas para promover el intercambio electrónico de datos comerciales entre empresas de una forma técnicamente organizada y estandarizada. Como todos los estándares, ha tenido su evolución desde las versiones de los años 80 del siglo anterior hasta nuestros días. En sus inicios EDI se generaba y transmitía inicialmente mediante lotes de datos en sistemas mainframe a través de enlaces debido a las  ineficaces e inseguras redes telefónicas de aquellos tiempos. Curiosamente, el EDI no ha evolucionado a la par que los sistemas y las comunicaciones, por lo que mantiene ese “aura” de mecanismo anticuado para grandes sistemas y para grandes compañías. Además, el hecho que esté establecido y funcionando sin problemas en la mayoría de casos, impide que los colectivos que lo usan promuevan acciones evolutivas, con lo que se ha producido un enorme y singular estancamiento.

A medida que han surgido nuevas empresas, nuevas tecnologías y nuevas ideas, se han encontrado con un dilema: o se acomodan a los estándares EDI existentes o desarrollan sus propios mecanismos de integración, en general más adecuados a la realidad técnica actual. Esto es, el nacimiento de las API’s para integración.

En las API’s lo que suele estar estandarizado es el mecanismo técnico de transmisión de la información, utilizando internet y encriptación como medio de comunicación segura sin coste añadido, utilizando únicamente los datos que le interesan a la compañía y con la estructura necesaria, lo que evita mapas y transformaciones. Quien utilice la API tendrá que adaptarse a la estructura de datos y funciones presentadas. A pequeña escala es el escenario ideal, pero a gran escala implica que no hay estandarización, porque cada compañía puede producir su propio “estándar” API.

En resumen, cuando las empresas se enfrentan a la integración ya sea mediante EDI como API, resulta muy recomendable recurrir a empresas integradoras como Yntegra2, que conocen el mercado, los estándares, los distintos sectores y sus requerimientos, las empresas y sus necesidades, y sobre todo las tecnologías a las que recurrir, con lo que pueden abordar este tipo de proyectos con suficiente conocimiento técnico y funcional de su negocio, asegurando el éxito en tiempo, forma y presupuesto.